La música mundial juega con fronteras, etiquetas, comerciantes y complacencia identitaria. No es que no estén arraigados en lenguas, paisajes, ritos, costumbres, modos de vida colectivos, sino que al ser compartidos y en esencia, es natural que a veces fertilicen lejos de sus zonas originales... 

 

En el caso del Kanan celta, fueron las nieblas y los vientos de los países celtas los que azotaron las costas del Mediterráneo. Nacido en la región de Toulouse hace casi veinte años, el grupo creció en esta extraterritorialidad apreciando esta riqueza musical pancelta. Así, a lo largo de los años y de los conciertos, el grupo ha jugado su carta, atravesando los estilos de los países gaélicos, dibujando su propia lectura, sensible o épica, de los repertorios de música celta, hasta adquirir su legitimidad al verlo compartir escenario con grandes nombres como Alan Stivell, Carlos Núñez, el irlandés Gerry Carter y Gabriel Yacoub.

​

“Mer”, su cuarta obra, puede leerse como una relación bien aceptada entre un mar común, el océano que baña el archipiélago de los países celtas y este Mare Nostrum que aporta naturalmente su cuota de “sol y sombra” a sus composiciones. . »

Frank Tenaille